Cincuenta años después de “Tiburón”, “Animales peligrosos” revive

Nos acercamos a Animales Peligrosos con mucha cautela. La razón fue su sinopsis, calibrada según el ucase de alto concepto típico de la era actual del cine de género: un asesino en serie que sumerge a sus víctimas en aguas infestadas de tiburones. Como si, por separado, la película de asesinos en serie y la de tiburones ya no fueran suficientes para que un cineasta asustara a un público que ya lo había visto todo: una auténtica admisión del declive del cine en un momento en que celebramos el quincuagésimo aniversario de Tiburón y los treinta años de Se7en . Solo que, como podemos comprobar en su cruel y estilizado preámbulo, Animales Peligrosos no es la trilogía. Jurassic World , es decir, una metástasis desilusionada del cine que presupone cínicamente que sus monstruos han perdido, a nuestros ojos, el poder de fascinar y asustar. Al contrario, esta pequeña película de terror no...
Libération